EL PICUDO ROJO SE COBRA DE 40 PALMERAS DE PARQUE HUELVA EMPRESARIAL HUELVA INFORMACION
Las especies arbóreas del polígono son
tratadas desde la semana pasada y las datileras afectadas por el
escarabajo, retiradas desde el lunesrt
huelva
El picudo rojo, el escarabajo procedente del sudeste asiático
causante de la plaga que hasta el año 2011 contagió a un importante
número de ejemplares en la capital onubense -hasta el punto de cambiar
la imagen de la ciudad- ha reaparecido, esta vez en el Parque Huelva
Empresarial.
Aunque en los últimos años la aplicación de los tratamientos adecuados ha posibilitado que el Rhynchophorus Ferrugineus Olivie ya solo afectara a una o dos palmeras al año, en estos momentos hay cerca de 40 infectadas por la presencia de este insecto, menos del 10% del total de palmeras de este polígono industrial.
Fuentes de la administración de Huelva Empresarial aseguraron a este rotativo que "desde la semana pasada se están poniendo todos los medios humanos y materiales" para combatir la presencia del picudo, tarea que la Entidad Urbanística de Conservación -el organismo que vela por la seguridad y servicios comunes en el macropolígono- ha encargado a una empresa de restauraciones medioambientales.
Las mismas fuentes precisaron que desde el pasado lunes se están retirando las palmeras afectadas y "en 30 días se acometerá una nueva fumigación, tal y como estipula el tratamiento suministrado, para evitar nuevos contagios".
Hasta ahora la apuesta por la prevención ha ayudado a proteger el palmeral de la ciudad, de forma que de los 30 o 40 ejemplares que se contagiaban anualmente hasta 2011 la cantidad se redujo drásticamente a cifras anecdóticas. En este sentido, el Ayuntamiento de Huelva desarrolló en los últimos años seis tratamientos anuales de carácter preventivo, combinándolos con las podas en el periodo de otoño-invierno (cuando se produce la parada biológica del escarabajo), siguiendo las directrices del protocolo marcado por la Junta de Andalucía) e incluyendo la eliminación de restos de palmeras afectadas, mediante trituración de los mismos o enterramiento inmediato. Estos tratamientos anuales han combinado la lucha biológica -con parásitos que devoran y eliminan al escarabajo- y el uso de productos químicos inscritos en el Registro Oficial y autorizados para su uso en palmáceas.
El picudo rojo es un escarabajo procedente del sudeste asiático que pasó a España dentro de palmeras importadas. La fase dañina es la de larva, que es la que devora el tronco por dentro. Las larvas excavan galerías dentro del tronco de la palmera para alimentarse de sus tejidos y propagan a través de ellas infecciones fúngicas que aceleran la descomposición del ejemplar, deteriorándolo gravemente antes de que puedan detectarse los primeros síntomas visibles. La fase adulta, la de escarabajo, es la reproductiva y, por tanto, la que propaga la enfermedad.
Los daños se localizan principalmente en la cabeza de la palmera o corona de la misma y los síntomas son hojas externas caídas, el desplome general de la corona de hojas, aspecto ligeramente decaído de las hojas más tiernas del penacho central (coloración de amarillo a pardo rojizo), caída de pupas (capullos) entre las hojas, retorcimiento de las hojas en las axilas, foliolos comidos, raquis comidos o tronchados y restos de fibras.
Aunque en los últimos años la aplicación de los tratamientos adecuados ha posibilitado que el Rhynchophorus Ferrugineus Olivie ya solo afectara a una o dos palmeras al año, en estos momentos hay cerca de 40 infectadas por la presencia de este insecto, menos del 10% del total de palmeras de este polígono industrial.
Fuentes de la administración de Huelva Empresarial aseguraron a este rotativo que "desde la semana pasada se están poniendo todos los medios humanos y materiales" para combatir la presencia del picudo, tarea que la Entidad Urbanística de Conservación -el organismo que vela por la seguridad y servicios comunes en el macropolígono- ha encargado a una empresa de restauraciones medioambientales.
Las mismas fuentes precisaron que desde el pasado lunes se están retirando las palmeras afectadas y "en 30 días se acometerá una nueva fumigación, tal y como estipula el tratamiento suministrado, para evitar nuevos contagios".
Hasta ahora la apuesta por la prevención ha ayudado a proteger el palmeral de la ciudad, de forma que de los 30 o 40 ejemplares que se contagiaban anualmente hasta 2011 la cantidad se redujo drásticamente a cifras anecdóticas. En este sentido, el Ayuntamiento de Huelva desarrolló en los últimos años seis tratamientos anuales de carácter preventivo, combinándolos con las podas en el periodo de otoño-invierno (cuando se produce la parada biológica del escarabajo), siguiendo las directrices del protocolo marcado por la Junta de Andalucía) e incluyendo la eliminación de restos de palmeras afectadas, mediante trituración de los mismos o enterramiento inmediato. Estos tratamientos anuales han combinado la lucha biológica -con parásitos que devoran y eliminan al escarabajo- y el uso de productos químicos inscritos en el Registro Oficial y autorizados para su uso en palmáceas.
El picudo rojo es un escarabajo procedente del sudeste asiático que pasó a España dentro de palmeras importadas. La fase dañina es la de larva, que es la que devora el tronco por dentro. Las larvas excavan galerías dentro del tronco de la palmera para alimentarse de sus tejidos y propagan a través de ellas infecciones fúngicas que aceleran la descomposición del ejemplar, deteriorándolo gravemente antes de que puedan detectarse los primeros síntomas visibles. La fase adulta, la de escarabajo, es la reproductiva y, por tanto, la que propaga la enfermedad.
Los daños se localizan principalmente en la cabeza de la palmera o corona de la misma y los síntomas son hojas externas caídas, el desplome general de la corona de hojas, aspecto ligeramente decaído de las hojas más tiernas del penacho central (coloración de amarillo a pardo rojizo), caída de pupas (capullos) entre las hojas, retorcimiento de las hojas en las axilas, foliolos comidos, raquis comidos o tronchados y restos de fibras.
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