EL AGUA DIVIDE A LOS PARTIDOS, EL MODELO ENÉRTICO LES UNE SOBRE EL PAPEL EFE:VERDE
- El
PP mantiene su idea de abrir un proceso de negociación para alcanzar un
Pacto del Agua y posteriormente redactar un Plan Hidrológico Nacional,
garantizar las demandas de las cuencas deficitarias e impedir la
sobreexplotación de determinados recursos, sin concretar exactamente el
modo de hacerlo.
Los
grandes partidos que se examinan el 20-D comparten sobre el papel su
apuesta por un modelo energético más renovable y discrepan en cuestiones
esenciales como es la planificación del agua.
Los hay que quieren centralizar todas las competencias de la gestión del agua y construir más desaladoras e infraestructuras hidráulicas para regular los cauces (Ciudadanos) y los que se oponen a más obras y desean anular trasvases existentes (Izquierda Unida).El PP mantiene su idea de abrir un proceso de negociación para alcanzar un Pacto del Agua y posteriormente redactar un Plan Hidrológico Nacional, garantizar las demandas de las cuencas deficitarias e impedir la sobreexplotación de determinados recursos, sin concretar exactamente el modo de hacerlo.
El PSOE promete que si gana hará efectiva la Iniciativa Legislativa Popular Europea para el reconocimiento efectivo del agua como bien público, prohibiendo a las empresas a cortar el suministro a las familias en dificultades económicas.
Evitar los cortes de suministros a familias en dificultades económicas
Quiere además abaratar el precio del agua desalada y fijar tarifas sociales.En el mismo sentido, Podemos dice que evitará los cortes de suministros básicos de agua, luz y gas a quienes padezcan una situación de vulnerabilidad.
El partido morado promoverá a su vez la recuperación por parte del Estado de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones a empresas privadas caduquen y revisará los proyectos de construcción de las grandes infraestructuras hidráulicas (presas y trasvases).
Izquierda Unida se opone a la privatización de cualquiera de las fases del ciclo integral del agua, asegura el derecho al agua -una dotación mínima de entre 60 y 100 litros por persona y día, también en caso de impago- y eliminará el denominado canon concesional que “permite vender el agua para enjuagar las cuentas municipales y especular”.
Un punto en común es el cambio climático: sin excepción todos abanderan la lucha contra los gases de efecto invernadero y PSOE, Ciudadanos y PP ya han anunciado la aprobación de leyes específicas en caso de llegar al poder.
PP y PSOE quieren aprobar una ley contra el maltrato animal
Otro punto en común es su disposición a aprobar una ley de defensa y bienestar de los animales, una promesa que lleva colgando desde hace varias legislaturas en el programa popular y socialista.Salvo Mariano Rajoy, el resto de las formaciones coinciden en que vetarán la tecnología de la fracturación hidráulica (“fracking”).
El distinto color ideológico condiciona también la organización administrativa que proyecta cada uno: Pablo Iglesias opta por un Ministerio de Medio Ambiente y Energía, Pedro Sánchez por una vicepresidencia de Sostenibilidad, además de un ministerio; Ciudadanos habla en el programa de una secretaria de Estado de Medio Ambiente y Energía, e Izquierda Unida por un Ministerio de Medio Ambiente.
Actualmente, la cartera que dirige Isabel García Tejerina se ocupa también de Agricultura y Alimentación.
Sí hay unanimidad acerca de hacer una transición energética basada en una menor dependencia de los combustibles fósiles y un mayor rol protagonista de las renovables, entre otras cuestiones para luchar contra el cambio climático.La formación de Alberto Garzón está dispuesta a negociar la bajada de primas a grandes instalaciones renovables, manteniendo, al menos, las de las fotovoltaicas en techo; apuesta por desarrollar el autoconsumo y conceder créditos para fomentar las energías limpias.
El combate contra el cambio climático, en el punto de mira de todos los partidos
Su meta es que en el año 2020 el 70 % de la electricidad se produzca con renovables. (En 2014 se generó el 43 % de la producción eléctrica con fuentes limpias, según datos oficiales).El PSOE aplaza ese objetivo a 2030, promete aprobar una Ley de Transición Energética y poner un precio al carbono.
Potenciar las renovables y el ahorro y eficiencia energéticas, eliminar las trabas al autoconsumo y reducir la importación de combustibles fósiles son algunas de las bazas de Ciudadanos, cuyo líder ha avanzado que en principio no tiene intención de prescindir de los ocho reactores nucleares del país.
Por contra, Pablo Iglesias defiende el cierre de las plantas atómicas y de carbón, y coloca las renovables en el núcleo de un Plan Nacional de Transición Energética, dotado con un 1,5 % del PIB en los próximos 20 años.
Dentro del contexto nuclear, PSOE se ha comprometido a revisar la decisión sobre el futuro Almacén Temporal Centralizado(ATC) de Villar de Cañas (Cuenca) e implantar un calendario de cierre de las nucleares con 40 años de vida, comenzando con la clausura definitiva de Garoña, que culminará en la fecha límite del 2028.
El PP subraya que, a través del Fondo Nacional de Eficiencia Energética y otros mecanismos, se invertirán más de 1.800 millones de euros en los próximos 4 años y se adoptarán actuaciones en áreas como la rehabilitación de edificios, la eficiencia del transporte o los servicios públicos.
Por otro lado, todos los partidos en liza hacen un guiño a la necesidad de seguir impulsando políticas de conservación de especies y ecosistemas.
Las últimas leyes aprobadas por el Gobierno popular también serán revisadas por sus principales contrincantes en las urnas, en particular las de Montes, Costas y Parques Nacionales.
IU es la única que propone superar el concepto de PIB y sustituirlo por otra contabilidad de la actividad productiva: Índice de Desarrollo Humano, Índice de Planeta Vivo e Índice de Progreso Efectivo. EFE
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