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La cuantía económica, aún por determinar, se empleará en limpiar y adecentar la rambla cuyo desborde destrozó cinco hectáreas de cultivos
Vehículos, garajes, negocios... e invernaderos. La gran tormenta que
azotó a la Costa el pasado martes realizó destrozos por toda la comarca
sin importar de qué se tratase. En Carchuna, Entidad Local Autónoma
(ELA) del municipio de Motril, la fuerza del agua afectó a su mayor
pilar económico: la agricultura intensiva. Una docena de fincas
equivalente a cinco hectáreas padecieron inundaciones al ceder 30 metros
de muro que encauzaban la rambla de la Coronela, una torrentera de
cuatro metros de ancho que confluye con otra próxima y que, ante tal
volumen de agua, arrasó todo a su paso.
Ante tal situación, la presidenta de la ELA, Concepción Abarca, comunicó este viernes a IDEAL que en la noche del pasado jueves mantuvo una conversación con la delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, quien, según dijo, «nos confirmó que sí había una partida extraordinaria para arreglar el muro de la rambla y adecentarla». Una intervención que urge ya que, en caso de próximas lluvias, «estarán afectados a los numerosos invernaderos hasta la N-340, que está a 500 metros; unas 50 hectáreas».
Desde la delegación granadina de Medio Ambiente confirmaron este asunto. «Antes de la temporada de lluvias se hizo una limpieza ordinaria en esa zona, si bien ahora se realizará una propuesta extraordinaria que se hará en las próximas semanas», aclararon fuentes de dicho organismo, aunque se desconoce la cuantía de los fondos «al no haber pasado aún por el Consejo de Gobierno».
Los agricultores damnificados, sin embargo, poco consuelo encontraban. Es el caso de Vicente Carrión, cuyo invernadero está junto a los muros de la rambla y que, al ceder, cayeron sobre su cultivo de pepino holandés, reventándolo. «Hubo tal avalancha que esto parecía el río Guadalfeo, y tuve suerte de que no me pilló trabajando», explicó cariacontecido.
Lo peor para él, sin duda, es la cosecha arruinada. «El año está perdido; tengo 3.100 metros perjudicados y arreglarlo me costará unos 50.000 euros», expuso Carrión, quien, con la ayuda de vecinos, ha levantado un pequeño muro provisional en el lugar del ya caído. «A mucho correr llego a la primavera, pero no me valdrá para nada por los precios; esta rambla es peligrosa».
Otro perjudicado, Antonio Dueñas, se lamentó de su suerte mientras trataba de limpiar su maltrecha cosecha del fango con la ayuda de varios trabajadores en el invernadero que posee alquilado. «Estábamos haciendo un escrito antes de que pasara esto porque veíamos que se iba a hacer un tapón, pero se inundó antes y lo hemos perdido todo; el gasto será bastante alto», dijo este afectado, que valoró en más de 60.000 euros el próximo desembolso para volver a la situación original.
«Muchas familias viven de estos cultivos y es una ruina, pero se debe a que no se ha limpiado la rambla; mes tras mes enviábamos escritos a la Junta indicando todos los puntos conflictivos, porque en los que se ha desbrozado no hay ningún problema, sé que es costoso pero deberían hacer una previsión porque esto no es un humedal ni tenemos que proteger a los patos», recalcó Abarca, que agradeció el trabajo desinteresado de lugareños como Diego, quien con su excavadora se dedicó durante toda la jornada a limpiar el maltrecho cauce del barro «para evitar más males».
Ante tal situación, la presidenta de la ELA, Concepción Abarca, comunicó este viernes a IDEAL que en la noche del pasado jueves mantuvo una conversación con la delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, quien, según dijo, «nos confirmó que sí había una partida extraordinaria para arreglar el muro de la rambla y adecentarla». Una intervención que urge ya que, en caso de próximas lluvias, «estarán afectados a los numerosos invernaderos hasta la N-340, que está a 500 metros; unas 50 hectáreas».
Desde la delegación granadina de Medio Ambiente confirmaron este asunto. «Antes de la temporada de lluvias se hizo una limpieza ordinaria en esa zona, si bien ahora se realizará una propuesta extraordinaria que se hará en las próximas semanas», aclararon fuentes de dicho organismo, aunque se desconoce la cuantía de los fondos «al no haber pasado aún por el Consejo de Gobierno».
Los agricultores damnificados, sin embargo, poco consuelo encontraban. Es el caso de Vicente Carrión, cuyo invernadero está junto a los muros de la rambla y que, al ceder, cayeron sobre su cultivo de pepino holandés, reventándolo. «Hubo tal avalancha que esto parecía el río Guadalfeo, y tuve suerte de que no me pilló trabajando», explicó cariacontecido.
Lo peor para él, sin duda, es la cosecha arruinada. «El año está perdido; tengo 3.100 metros perjudicados y arreglarlo me costará unos 50.000 euros», expuso Carrión, quien, con la ayuda de vecinos, ha levantado un pequeño muro provisional en el lugar del ya caído. «A mucho correr llego a la primavera, pero no me valdrá para nada por los precios; esta rambla es peligrosa».
Otro perjudicado, Antonio Dueñas, se lamentó de su suerte mientras trataba de limpiar su maltrecha cosecha del fango con la ayuda de varios trabajadores en el invernadero que posee alquilado. «Estábamos haciendo un escrito antes de que pasara esto porque veíamos que se iba a hacer un tapón, pero se inundó antes y lo hemos perdido todo; el gasto será bastante alto», dijo este afectado, que valoró en más de 60.000 euros el próximo desembolso para volver a la situación original.
«Muchas familias viven de estos cultivos y es una ruina, pero se debe a que no se ha limpiado la rambla; mes tras mes enviábamos escritos a la Junta indicando todos los puntos conflictivos, porque en los que se ha desbrozado no hay ningún problema, sé que es costoso pero deberían hacer una previsión porque esto no es un humedal ni tenemos que proteger a los patos», recalcó Abarca, que agradeció el trabajo desinteresado de lugareños como Diego, quien con su excavadora se dedicó durante toda la jornada a limpiar el maltrecho cauce del barro «para evitar más males».
Informes periciales
Desde la Oficina Comarcal Agraria de la Costa (OCA) señalaron que
están recabando datos de los invernaderos afectados de la rambla y del
barranco de la Chucha, también en Carchuna. «Los afectados deben venir a
nuestra oficina de Motril para realizar los informes y ver qué hacer»,
indicó su director, Santiago Romero. Todo para mitigar los destrozos de
la tormenta.
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